¿Por qué no nos podemos hacer cosquillas a nosotros mismos? El neurocientífico chileno que busca demostrar que para el cerebro percibir es hacer

Una simple pregunta que abarca complejos procesos cerebrales que la neurocioencia responde, y que un estudio de la U. de Chile, apunta a demostrar que, para el cerebro, percibir es hacer, y así cambiar el paradigma acerca de cómo entender el funcionamiento de este órgano.


Lo más probable es que después de leer el titular usted hizo el intentó de sentir cosquillas. ¿Le dio risa? De seguro, no. Y esa condición se produce por una simple razón, su cerebro ya sabía lo que iba a pasar, explica el doctor Pedro Maldonado, director del Departamento de Neurociencia de la Facultad de Medicina, de la Universidad de Chile.

“Cuando es uno mismo el que se hace las cosquillas, uno tiene en su mente una predicción completa de lo que va a pasar en cada segundo, lo que va a sentir en esa parte del cuerpo y, por lo tanto, no hay ninguna sorpresa en ese movimiento“, sostiene Maldonado. En cambio, si es otra persona la que hace cosquilla a otro, “no hay ningún control ni ninguna predicción sobre esa acción, y eso resulta en cosquillas”. Esa simple, pero compleja conclusión hoy es conocida gracias al desarrollo de la neurociencia.

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