

Katia Gysling Caselli fue una destacada investigadora que dedicó su vida a entender el funcionamiento del cerebro. En particular se dedicó a estudiar las bases neurobiológicas de la adicción y los mecanismos celulares y moleculares que determinan la interacción entre estrés y adicción. Fue Profesora Titular de la Facultad de Ciencias Biológicos de la Pontificia Universidad Católica de Chile, bioquímica de la Universidad de Chile. Obtuvo su grado de doctora en farmacología en la Universidad de Saint Louis, EE.UU. y realizó un postdoctorado en neurobiología en la Universidad de Yale, EE.UU. Además, fue Miembro Correspondiente de la Academia Chilena de Ciencias, miembro del Comité de expertos de la Organización Mundial de la Salud en Farmacodependencia, miembro activo de la Sociedad de Farmacología de Chile y de la Sociedad Chilena de Neurociencia y Tesorera de la Fundación ACEN. Ha educado a cientos de alumnos de pregrado y postgrado dejando un legado maravilloso no solo a nivel científico sino también como persona. Era una persona excelente, maravillosa y comprensiva. En la búsqueda de dejar de estigmatizar los trastornos neuropsiquiátricos siempre decía “el cerebro es parte de nuestro cuerpo y también se enferma”.
Dra. Georgina Renard
Facultad de Ciencias Médicas
Universidad de Santiago de Chile
Katia, genia, cercana y apañadora
Para nadie es indiferente la ausencia física de Katia, sabíamos que ella siempre estaba cerca, en mi caso al otro lado del teléfono o del computador, sabíamos que hablar con ella nos traería un momento de alegría, de sabiduría y te sentirías muy querida. Sabíamos que era una profesora-científica diferente, tremenda neurocientífica y farmacóloga, pero también tremenda sabiduría humana, capaz de decirte las palabras justas y precisas que te hacían reconocer y seguir tus sueños, inclusos los personales.
Me impactaba su pasión por la ciencia y entusiasmo frente a los desafíos, por más mínimo que sea, desde resolver un problema metodológico en el laboratorio hasta convencer a políticos la importancia de la ciencia básica.
La recuerdo firme en sus creencias e ideales, me impresionaba como éstas no se interponían en su relación con otras personas, aceptando honestamente la diversidad de pensamientos, pero firme en sus valores.
Me impactaba la claridad para identificar lo Justo, la habilidad que tenía para defenderlo y la coherencia entre lo que pensaba, decía y hacía.
Impacta también su capacidad de unir, en la diversidad, no es extraño que todos los integrantes de su lab, incluso de generaciones lejanas, nos sentimos familia.
Tantas cosas que agradecerle a Katia, la echo de menos, espero mantener su optimismo y entre todos cultivar las semillas que sembró en cada uno de los que la conocimos. Esta fortuna me da alegría, orgullo y la responsabilidad de seguir su ejemplo en nuestro quehacer científico y académico.
Paola Haeger, PhD
Facultad de Medicina
Universidad Católica del Norte